Como hablamos en el artículo anterior, dentro de las fases psicológicas de la pandemia del COVID-19, recordar que estamos en la cuarta batalla. La mayoría de nosotros estaremos mejor anímicamente por tener más salidas, más privilegios que nos acercan a la normalidad de nuestra vida anterior que seguimos eligiendo como mejor opción, pero también es normal, que otras personas, sientan tristeza y síntomas que denomino, Síndrome del Ermitaño, que en esta fase se agudiza, porque no quieren volver a salir del confinamiento y me preguntan:
¿ Por qué tengo miedo a salir?, ¿Por qué tengo esta ansiedad?, ¿ Por qué no tengo motivación y me siento triste por volver a mi vida anterior ?. Y si estoy bien en mi cueva y no necesito más…
Durante este tiempo que hemos estado confinados por el Covid-19, muchas personas han sido conscientes de su estilo de vida, de su lucha constante por alcanzar objetivos impuestos, de su ritmo de vida estresante, de su gasto compulsivo y desenfrenado, de los falsos impuestos que les atrapan , de la pérdida del tiempo vital, de su irritabilidad constante, de sus relaciones sexuales frías y promiscuas, de su falta de amor en pareja, de la incomunicación con sus hijos, familia y amigos, de su ausencia en valores y de su sentido de vida vacío. Ahora se encuentran con este Síndrome que denomino del Ermitaño: apáticos, sin motivación alguna, sin ganas de relacionarse, de volver de nuevo a su vida anterior, de falsas sonrisas, de gente con prisas, de ritmos acelerados, de gastos compulsivos, de sexo vacío, de objetivos inalcanzables… se sienten ansiosos, con miedos, angustiados, vacíos, tristes y desmotivados, deseando no volver a salir de su cueva, porque se sienten seguros ahí , con un falso control , argumentando por sus miedos al contagio, creyendo que su vida así es placentera , se sienten cómodos, unos, han descubierto que con menos dinero están igual, otros, que se organizan mejor con el teletrabajo y tienen tiempo para los suyos o para no hacer nada…
Cuidado con esta trampa mental, este síndrome nos limita nuestra libertad, la conexión con los otros, el recorrer de nuevo el mundo, de sentir de nuevo la naturaleza, de innovar, de aprender, de socializar y progresar para poder cambiar esta sociedad vacía para muchos y llenarla de valores saludables, de limpiarla con afecto y sentido por el vivir. Es necesario que te pongas en acción, que camines de nuevo para vencer tus miedos, respetando la tristeza del ermitaño, porque éste te ha llevado al despertar de tu conciencia, a tu cambio de paradigma, encendiendo luces donde ante solo había oscuridad. Es necesario que te motives de nuevo con tus propias decisiones, de abandonar tu esclavitud, de sentir de nuevo seguridad en tu propio camino, para que tu vida la marquen tus nuevos horizontes y te acompañen en esos nuevos sueños, solo las personas con las que deseas estar o conocer de nuevo. Por eso es necesario que salgas y que camines con la seguridad de la luz de tu ermitaño , abandonando tu cueva poco a poco, para que venzas tus miedos y logres de nuevo conectar con tu libertad.
Autora: Ángela Albaladejo. AAB PSICÓLOGOS
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