Ante la lucha por la pandemia por el covid-19, según publica la revista Frontier In Public Health, ambos sexos tienen la misma probabilidad de contagio, pero los pacientes varones de mayor edad, son significativamente más propensos a sufrir los efectos severos de la enfermedad y a morir con una tasa más elevada. En cambio el riesgo de exposición es mayor, en mujeres que hombres, debido a que son más, las trabajadoras en el área de salud, tanto público como privado.
¿Cómo estamos combatiendo esta guerra por miedo al COVID-19 ?. ¿Qué diferencias de genero existen, en la toma de decisiones cuando sentimos miedo?
No es una guerra cuerpo a cuerpo, es una guerra psicológica, donde los virus son las balas y dónde los soldados son profesionales de la salud que salvan a los enfermos. La indefensión y el miedo en la población le da fuerza al enemigo, reduciendo nuestras defensas y tomando decisiones desacertadas en la lucha para combatir la pandemia .
Observo a muchos hombres que ante el miedo intervienen con conductas de ira, envueltos en un inflado ego absurdo que les genera seguridad, con un falta de responsabilidad en la toma de decisiones, por su omnipresencia, rodeada con sus colegas varones mediocres, empoderados y sin visibilizar ni contar con la igualdad de género a la hora resolver esta situación de crisis. La mujer por opción, queda anulada para ellos, relegada de su responsabilidad y valoración estratégica para la superación de esta pandemia, justificando que son ellos los únicos responsables de salvar a la humanidad. De nuevo, ellos se escapan ante su sentimiento de indefensión provocado por el coronavirus y siguen en su zona de confort como a lo largo de la historia, con acciones impulsivas, combativas en su inseguridad, generando conflictos políticos, económicos, sociales, peleas innecesarias por una lucha de poder absurda en estos momentos, para sentirse seguros y entretener su miedo a la muerte.
También observo que muchas mujeres en el poder, ante miedo se anulan, se esconden con conductas de ansiedad, muchas de ellas a través de la victimización, de su silencio, de sus quejas e ira y otras se paralizan buscando de nuevo, de manera errónea, ser salvadas, como lo han hecho a lo largo de la historia, es preocupante esta actitud en la época del coronavirus, la poca necesidad de exigir el incorporarse plenamente en esos puestos de poder, su baja motivación en incluir sus conocimientos, para ser visibilizadas e inmortalizadas en la toma de decisiones.
Los medios de comunicación observo que ante el miedo, intervienen reforzando los arquetipos de género tradicionales, la desigualdad social, utilizando a los mismos bufones del pasado, que son los encargados de entretener al público en esta guerra al miedo, eso se ve reflejado en redes sociales, con las Feak News manipulados por ideologías trasnochadas, fomentando los mismos clichés retrogrados que siguen presentes en nuestro país como el machismo, el acoso y derribo sin justificar, la violencia..,utilizada en los programas de entretenimiento, retuiteado con los hashtags actuales ,como son (la virgen, la puta, la víctima, el maricón rojo, el psicópata con aires de grandeza y el facha enfermo. ).
La desigualdad económica se ha elevado durante la situación de confinamiento, se ha detectado en el 80 % de empresas, que han sufrido una gran bajada de sus ingresos, con varios despidos y ERTES , desapareciendo muchas de ellas. Generamos en la actualidad, menos riqueza distribuida para la población, en cambio existen una pocas empresas privilegiadas, que han aumentado potencialmente sus beneficios en este COVID-19, como son las farmacéuticas, laboratorios, telefonía, energías, inteligencia artificial, alimentación….A nivel social el efecto de la desigualdad se presenta por el aumento de la población vulnerable y será más elevada la desigualdad social y económica en los próximos meses , aumentando la pobreza extrema en este país, cuya consecuencia lo vivirán muchas familias, que necesitarán de garantías mínimas para subsistir.
Por todo esto , concluyo que esta guerra, no se combate utilizando la acción e improvisación, no se ganan con armas, porque las variables a controlar en cada una de las batallas, necesitan de estrategias complejas para reactivar la economía, meditadas con un alto grado de inteligencia, venciendo a los contagios en cada batalla y no todos están preparados para ello. No hay cabida para mediocres, la guerra actual se gana con grandes estrategas sin importar su género, necesitamos la genialidad de unos pocos privilegiados, del hombre y de la mujer, unidos en igualdad y por ello es necesario eliminar el techo de cristal, tan presentes en estos momentos, por nuestras conductas ancestrales ante el miedo. Necesitamos cambiar la trayectoria de un pasado, cubrir la necesidad mundial de talento, innovación e inteligencia , eliminando la mediocridad tan presente en las altas jerarquías patriarcales, decidir con paridad sin pedir permiso, por derecho, ganado por tantas mujeres, que continúan luchando por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, asumiendo su responsabilidad de ser tenidas en cuenta y ser escuchadas, desde otra visión y con otras estrategias distintas para poder superar esta crisis sanitaria, económica y social que estamos viviendo.
Autora Ángela Albaladejo
Técnica de Igualdad en AAB Psicólogos.